DESDE MI PALO.....

LA VERDAD Y LA HERMANDAD

    En muchas ocasiones hay gente del mundo de las cofradías que habla con mucha ligereza de nuestro mundo de abajo, gente en muchos casos que le tiene bastante tirria a lo nuestro y hablan de nuestro mundo a modo despectivo, casi siempre haciendo alusión a un aspecto en concreto, la falsedad. Nadie va a descubrir aquí que esa falsedad y esa ojana en nuestro mundillo están a la orden del día, sería de tontos el negarlo, porque es una realidad que existe y que esta ahí, el que lo niegue simplemente miente. 

    

    Pero lo que me llama la atención, es que muchos de esos mismos que hablan y largan fiesta de nosotros estos días están algo nerviosos, lo están porque se juegan mucho, nada más y nada menos que un carguito en la junta de turno. Son gente que no dudan en rebajarse, en mentir, en ojanear hasta limites insospechados en busca de un apoyo que puede transformarse en voto, ya incluso esto esta llegando a cotas similares a las elecciones de un pueblo, con campaña electoral, mítines políticos, presencia en redes sociales y por supuesto muchos voceros y correveidiles dispuestos a todo por recoger las migajas que alguno de sus amos les tiren, pero claro, luego el falso es el mundo del costal……claro hombre, que el de la chaquetita y la vara es un mundo de verdades sinceras y amistades indisolubles, ¿acaso se esta perdiendo el sentido de la palabra hermandad? Cuanto daño son capataces de hacer unos pocos en busca de poder……

   Pues desde aquí me gustaría decirle algo a estos señoritos, y es que en el mundo de abajo hay falsedad, mucha, demasiada por desgracia, pero también hay una grandísima verdad y es la de que en el momento en el que 35 hombres o los que sea se meten bajo esos faldones no existe mayor hermandad en el mundo, por mucho que debajo haya personas que ni se hablen o ni tengan trato personal, esa hermandad si que es verdadera y no la que ustedes pretenden vender, debajo de muchos pasos existe más hermandad que fuera de ellos. Así que lo que tendrían que aprender muchos señoritos de vara es a hacer hermandad y quizá para ello podrían mirar de faldón para abajo porque allí encontrarían ejemplos sobrados.