jueves, 21 de enero de 2016

LAS LENGUAS OPINAN

   Hoy estrenamos una nueva sección en el blog en donde publicaré artículos de opinión sobre algún tema de actualidad o sobre cualquier tema relacionado con la Semana Santa, no tiene porque ser sobre el mundo del costal, si quereis hacerme llegar un artículo vuestro para que lo publique mandármelo a lalenguaalpalo@gmail.com, así como cualquier tipo de material cofrade como ya he dicho anteriormente.

   El estreno correrá a cargo de Gonzalo, un fiel seguidor de este blog que a raíz de la polémica suscitada estos días entorno a la madrugá escribe lo siguiente...


EVIDENCIAS”


   Evidentes y tangibles son las cosas que en este mundo pueden ser contrastadas y documentadas, como lo son por ejemplo las cuatro copas de la UEFA de mi Sevilla FC.
   Es evidente que la primera nómina de la Madrugá sevillana data del año 1621, siendo las hermandades que realizaron la estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral las siguientes; la Cofradía de los Nazarenos y la Santa Cruz de Jerusalén (Silencio); la Hermandad del Traspaso del Valle (Gran Poder), que ya contaba con la portentosa imagen del Señor; la Exaltación de Santa Catalina (Los Caballos), y la Regla de San Pedro y las Tres Necesidades de San Francisco de Paula (Carretería). Todas estas hermandades iniciaban sus estaciones de penitencias a las 6 de la mañana (horario europeo unificado de la época que correspondería a las 5 de la mañana actuales). Resulta evidente que la Hermandad de la Macarena no aparece en esta primera nómina de la jornada, y es lógico, en aquella época la Hermandad del viejo arrabal de los hortelanos no tenía la correspondiente autorización eclesiástica para poder realizar la estación de penitencia de forma independiente, circunstancia que no se producirá hasta el viernes Santo del año 1624, cuatro años después en 1628 lo hará por vez primera en la Madrugá. La antigüedad se tiene o no se tiene, y punto, es imposible que yo sea más antiguo en el ciclo vital que mi querido padre, otra cuestión son las prioridades de paso, pero para eso también tengo material documental (pleito incluido) de sobra para desmontar las falsas imposturas.
   Es evidente que desde hace prácticamente 50 años la única Hermandad que se ha sacrificado modificado su itinerario histórico y tradicional de forma antinatural en beneficio de la jornada es la Hermandad del Gran Poder. Durante este medio siglo, ninguna del resto de las hermandades de la nómina de la jornada ha movido un varal en beneficio de las demás. Las mínimas modificaciones acaecidas han ido dirigidas en el beneficio particular de alguna de las corporaciones, nunca en el beneficio común.
   Es evidente que el año pasado (2015) la Hermandad de la Macarena tumbó el plan aceptado de forma intencionada después de acatarlo en la reunión correspondiente, mandando su cronograma fuera de plazo. Y lo que es peor, intentando cargar con el marrón a otra de las hermandades de la jornada.
   Es evidente que la excusa de la Hermandad de la Macarena para no alterar su paso por las calles Cuna y Laraña históricamente obedece a la raigambre sentimental que la corporación tiene con el templo de la Anunciación, donde permaneció la Hermandad recogida menos de cuatro años. Resulta paradójica esta circunstancia cuando la Hermandad permaneció casi cuatro siglos en San Gil, y que yo sepa la cofradía no discurre delante del templo pese a estar a escasos metros de la Basílica. Lo cual es toda una situación.
   Es evidente que las elucubraciones fruto de los ambientes tabernarios no ayudan en la fraternal relación de las hermandades de la jornada. Yo también podría arreglar la Madrugá, pero no me compete a mí hacerlo, aunque creo que los Jardines de Murillo y la Ronda son un lugar idóneo para pasear, sobre todo cuando ya uno se conoce el camino.


Evidencia: “Certeza clara y manifiesta de la que no se puede dudar”.

Gonzalo Lozano Rosado.

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