viernes, 5 de febrero de 2016

REGLAMENTOS

   Dijo alguien una vez “el costalero lo es hasta el día en que se muera”….una frase muy taurina que alguno ha adoptado al pie de la letra y que lo lleva a prolongar su vida costaleril casi hasta empalmarla con la de jubilación laboral. No seré yo quien le diga a nadie hasta donde puede aguantar su cuerpo el esfuerzo físico que requiere meterse debajo de un paso y CUMPLIR debajo del mismo, porque está muy claro que hay casos y casos, hay hombres que pasan del medio siglo y que corren maratones y jóvenes que el mayor esfuerzo físico que hacen a diario es el de mover un ratón y teclear. De lo que hoy hablo es de mucho más allá de si hay gente capacitada con ciertas edades para cumplir bajo un paso, que está claro que sí, yo hablo de la conciencia que debe tener el costalero de cuando llega su momento de echarse a un lado y dejar paso a otro, independientemente del físico, y es que hay ciertas hermandades que desgraciadamente están tomando esa decisión por el propio costalero y por el que en última instancia debería de tomarla, el capataz. Se ha criticado muchísimo este tipo de decisiones y con gran polémica, ya que en hermandades como la Esperanza de Triana ha afectado a reconocidos costaleros de muchos años en nuestra Semana mayor, principalmente en el sentido de que la junta de gobierno no debe intervenir en la labor del capataz, pero ahora yo lanzo una pregunta que en los debates que ha habido sobre este tema creo no haber escuchado, ¿es normal que alguien se lleve veinte años para entrar de costalero en un paso?

    Me respondo a mí mismo, no. Es pura lógica, si en una cuadrilla no hay bajas, es imposible que entre gente, con lo cual hay un tapón que no permite que la cuadrilla se renueve generacionalmente y que otros hermanos (cuadrilla de hermanos, repito, guste o no) tengan el mismo derecho a sacar su imagen, siempre que valgan, claro está. No puede ser que haya gente que lleve años, años y años debajo y gente que lleve años, años y años viendo como se les pasa el arroz y ni siquiera han tocado palo en su cofradía, por tanto veo bien que la hermandad establezca un criterio para poner orden en esto. Si se hubiera hecho un ejercicio de empatía por parte de los costaleros no sería necesario llegar a este punto, porque pienso que alguien que lleva veinte o veinticinco años disfrutando debajo de su imagen ya lo ha hecho suficientes años y debería de hacer un último esfuerzo de generosidad y dejarle su hueco a otro. Aquí se puede leer la normativa de la Esperanza de Triana para sus costaleros, esta claro que estas reglas son posibles y tienen lógica en una hermandad con diez mil hermanos y en donde cada año van doscientos hombres a la igualá queriendo entrar en la cuadrilla, solo hablo del Señor ojo, y queramos o no repito, la situación actual es así y si el costalero primero y el capataz en segundo lugar no saben cuando llega el momento de decir adiós, será la hermandad la que lo haga.

    Lo malo de estas novedosas normativas es que como en todo en la vida, se pone de moda y ya cada hermandad quiere tener su normativa de costaleros, aunque en la igualá se presenten cinco y aunque la media de edad sea de equipo filial y claro vienen las metidas de pata. Hablo del reglamento que la hermandad del Carmen Doloroso ha aprobado para sus cuadrillas, que se pueden leer aquí y en donde llama poderosamente la atención el requisito de ser menor de 35 años para acudir a la igualá a pedir sitio…. No coment. En fin, que la nueva moda de la reglamentación costalera puede tener sentido dependiendo del contexto, así que es cuestión de valorarlas de manera individual y no meterlas en el mismo saco, pero lo ideal es que el costalero lo sea para cumplir debajo del paso y lo sea para saber cuando llega su momento, “hay que saber ser costalero para lo bonito y para lo feo” esa frase es mía y la podríamos adoptar todos….

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Desgraciadamente, en los últimos años se han dedicado a señalar a los costaleros como el centro de todos los males que ocurren en una hermandad.
En cuanto a los años que se puede llevar un costalero sacando cofradías, no hay nadie como uno mismo para saber hasta dónde puede llegar, y si no se da cuenta él, ya se lo hará ver el capataz. Que no es plato de buen gusto estar 20 años esperando para sacar una cofradía porque no hay bajas?? Pues no. Pero, ya puestos, si miramos de faldones para fuera, igual habría que considerar que el que un hermano salga en una manigueta, bocina, … o cualquier otra posición que podamos considerar “privilegiada” durante los mismos 20 años (o incluso más), y a nadie se le ha pasado por la cabeza el regularlo.
Que la imagen que dan muchos costaleros fuera del paso, en muchos casos, deja mucho que desear?? Pues también. Pero a nadie se le ocurre pensar en todas las patéticas imágenes que se dan un año si y otro también de nazarenos fuera de sus filas, vistiendo el hábito de nazareno y en las peores situaciones imaginables.
En fin, pienso que el tema de los costaleros no se está abordando con la suficiente seriedad desde las hermandades, y además, se ve agravado por la llegada a los martillos de gente poco cualificada para ello. O los que llevan muchos años pero no están dispuestas a dejarlo, estando dispuestas a “pasar por el aro” de cualquier exigencia que se le haga. Sin pensar si es bueno o malo para la cuadrilla. Simplemente si es bueno o malo para ellos.
En fin, una pena.

Rafa Garrido dijo...

agradezco tu comentario, ya que últimamente nadie comenta jeje
un saludo